Thursday, October 11, 2012

Ama como un arte


El arte de amar es uno de los títulos clave en la bibliografía de Erich Fromm. Advierto que en él, el filósofo alemán no pretende un manual ni una guía. Ya que Fromm considera el amor no como una sensación placentera de autosatisfacción sino como un arte hacia los demás que requiere un conocimiento y un esfuerzo. ¿Qué significa amar? ¿Cómo desprendernos de nosotros mismos para experimentar este sentimiento? Fromm nos explica que el amor no es sólo una relación personal, sino un rasgo de madurez que se manifiesta en diversas formas: amor erótico, amor fraternal, amor filial, amor a uno mismo. Nos dice también que el amor no es algo pasajero y mecánico, como a veces nos induce a creer la sociedad de hoy. Muy al contrario, el amor es el fruto de un aprendizaje. Por ello, si queremos aprender a amar debemos actuar como lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte.

Fromm nos regala un libro de una simpleza absoluta pero de una contundencia total. Muestra y justifica sus ideas de una forma maravillosa en el estilo literario y de la lógica. Si se sabe leer muestra el mundo con una visión nueva pero tan obvia que no podemos rechazar. El éxito consiste en que no trata de demostrar sino solo muestra y deja que el lector tome su decisión. Es un libro que deja con ganas de más y hace ir a buscar otros libros de Fromm tan pronto leí la última línea. Este libro es más que un análisis de los principios fundamentales involucrados en el amor y amar. Es un debate en profundidad, y no una colección de historias.

Esta sobreentendido que la mayoría de las personas cree en el amor como una sensación placentera; sin embargo, me di cuenta que Fromm considera el amor un arte que requiere conocimiento y esfuerzo. La mayoría de la gente cae en el error de suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, y esto se debe a varios motivos: considerar que el problema del amor consiste en ser amado y no en amar, valorando aspectos como el éxito, ser poderoso, rico, ser atractivos, en definitiva, una mezcla de popularidad y sex-appeal; el hecho de creer que amar es fácil y lo difícil es encontrar a quien amar, la importancia del objeto frente a la de la función, la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad; la confusión entre la sensación inicial del "enamorarse" y el permanecer enamorado cuando la otra persona ya no es desconocida y se pierde el halo de misterio inicial.

Nos dice también que el amor no es algo pasajero y mecánico, como a veces nos induce a creer la sociedad de hoy. Muy al contrario, el amor es un arte, el fruto de un aprendizaje. Por ello, si queremos aprender a amar debemos actuar como lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, ya sea la música, la pintura, la carpintería o el arte dé la medicina. o, por lo menos, no dedicar nuestra energía a lograr el éxito y el dinero, el prestigio y el poder, sino a cultivar el verdadero arte de amar.

Expone que el amor no es una condición pasiva en el ser humano, muy al contrario, es necesario ejercitarlo activamente y conscientemente para que este llegue a madurar. Este amor maduro se caracteriza por escogerse desde la plena libertad del individuo a diferencia del amor simbiótico que nace de la necesidad de superar las carencias personales mediante el objeto amoroso. En resumen, el amor maduro es una relación de sujeto a sujeto y no de sujeto a objeto. Además, el autor propone que el amor maduro y consciente es la única forma de superar el sentimiento y estado de separatividad consecuencia del proceso de individualización.
La tesis que traza Fromm: el amor es la única respuesta satisfactoria al problema de la existencia humana. El amar es un arte y debemos dominar no sólo la teoría sino también la practica de amar. Fromm escribió que el amor maduro es la unión bajo la condición de preservar nuestra integridad e individualidad. La paradoja: dos seres se convierten en uno, pero permanecen dos.
Dar es la expresión más alta de potencia. Fromm proporcionó los elementos del amor: el cuidado, que es la preocupación activa por la vida y desarrollo de la persona a la que amamos; la responsabilidad, que es preocuparnos por nuestras necesidades físicas así como nuestras necesidades de mayor rango; y el respeto, que es permitir que los otros se desarrollen conforme lo que requieren.
“Dar es más satisfactorio, más dichoso que recibir; amar, aún más importante que ser amado. Al amar, ha abandonado la prisión de soledad y aislamiento que representaba el estado de narcisismo y autocentrismo. Siente una nueva sensación de unión, de compartir, de unidad. Más aún, siente la potencia de producir amor -antes que la dependencia de recibir siendo amado- para lo cual debe ser pequeño, indefenso, enfermo -o «bueno»-. El amor infantil sigue el principio: «Amo porque me aman.» El amor maduro obedece al principio: «Me aman porque amo.» El amor inmaduro dice: «Te amo porque te necesito.» El amor maduro dice: «Te necesito porque te amo.»”
No soy muy fanático de los libros en que el nombre del autor es más grande que el titulo mismo, pero en cambio, este es un libro revelador y reconfortante, del que sólo se puede criticar que, alguna vez llega como todo, como el amor mismo, a su final.