Saturday, October 26, 2013

La felicidad y la tristeza

Curioso como manejamos el espacio de tiempo en la felicidad y la tristeza, como regulamos la energía de estos dos estados emocionales opuestos.

Si te fijas, en la tristeza no tenemos ningún problema con vivir el momento y hacer total uso del presente, de hecho la mayoría de nosotros usualmente no vemos más allá de él estando en él. Tenemos la tendencia a cerrarnos en nuestra miseria, sobredramatizar, extrapolar, culpabilizar o hasta negar que no habrá otro momento mejor al que se sufre actualmente.

A contraparte, cuando somos felices no paramos de fijarnos en el futuro, el porvenir por alguna razón resulta más atractivo que el ahora. Nos engolosinamos con las endorfinas y canibalizamos la arena que cae en el reloj. Ansiosos de saber qué sigue, qué más acompañará o complementará tal felicidad.

En resultado somos unos histéricos-ansiosos-ingratos, no hacemos más que aumentar la sed por ser más felices, por incrementar el nivel de intensidad requerido para el próximo estímulo, persona o situación, que nos traerá la anticipada dosis.

Aquí reside la curiosidad, ¿no sería fantástico que todo esto fuera al revés? virar la mesa, no el juego. Algo así como dudar de los miedos, de igual manera como dudamos de los sueños. Y quien sabe, así ser tristemente felices, y la vez, su envés: felizmente tristes.