Friday, August 09, 2013

La Gente Se Acostumbra texto de Marina Colasanti

Se que la gente se acostumbra... pero no debería...

La gente se acostumbra a vivir en departamentos donde no haya otra vista que la que está a su alrededor, y porque no tiene vista la gente se acostumbra a no mirar hacia afuera, y porque no mira hacia afuera, la gente se acostumbra a no abrir del todo las cortinas, y porque no abre la cortinas, la gente se acostumbra a apagar temprano la luz, y a medida que se acostumbra, enseguece sus ojos, enceguece su hogar, enceguece de todo.

La gente se acostumbra a levantarse temprano sobresaltado porque llega tarde, a tomar un café apurado porque está atrasado, a leer el períodico en el bus, porque no puede perder tiempo de viaje, a comer un sandwich porque no hay tiempo para almorzar, a volver casi dormido porque está cansado, a acostarse temprano y dormir pesado, sin haber vivido el día.

La gente se acostumbra a esperar todo un día un llamado telefónico que no llega, a sonreir sólo si alguién sonríe primero, a ser ignorados cuando precisaban tanto ser vistos.

La gente se acostumbra a pagar por todo lo que desea, y lo que necesita, y a luchar para ganar más dinero para poder pagar eso, y a pagar más caro de lo que las cosas valen y saber que pagará aún más, y a trabajar para poder pagar más caro, y para hacer filas en los lugares donde se cobra.

La gente se acostumbra a la polución, a las salas cerradas, al aire acondicionado, al cigarro, a todo lo que cubre de una luz natural, a las bacterias del agua potable.

La gente se acostumbra a tener cosas de más, para no sufrir. A no ver las cosas pequeñas, tratando de no juntar un dolor aquí, un resentimiento allí, a una pelea allá.

Si la playa está contaminada, la gente se acostumbra a mojarse solo los pies, y si el cine está lleno, la gente se acostumbra, se sienta más cerca y se tuerce para poder ver.

Si el trabajo está duro, la gente se consuela pensando en los fines de semana, y si en los fines de semanas no hay mucho que hacer, la gente va a dormir temprano, y si siente satisfecho con eso, porque tiene siempre sueño atrasado.

La gente se acostumbra para no limar asperezas, para preservar la piel, se acostumbra para evitar heridas, sangrados, para culpar a los otros, para culpar a la vida, que poco a poco se gasta, y que se gasta de tanto acostumbrarse, y se pierde... de sí misma.