Saturday, January 26, 2013

Se Nos Acabaron Los Comienzos

Fuimos a la playa, vimos el sol discutir con el paisaje y las nubes enfadarse, ella nadó mucho mientras yo leía las palabras simples y verdaderas de Hemingway. Nos tomamos fotografías, intentando perpetuar el momento, ella cree que la cámara es más que un espejo digital, que en esa pantalla podría ver lo que ven otros ojos.

Por eso fue que le regalé flores, de esas que no esperaría, que le sacudirían los colores a su cuarto y su memoria al despertar. También la lleve a restaurantes y a un par de bares. Todo incluido, sin propina para el amor, con multa por mal estacionado, cortesía de algún policía amargado.

Y justamente en un bar fue que encontramos al destino jugando a ser sincronicidad. La saludé tocando su cintura como solo yo sé y le invite un trago, enmascarado como un total desconocido, inyección de novedad. ¿Qué clase de amor te encuentra y trata de re-enamorarte?

Otro día hasta salimos de bicicleta uniformados con disfraces, para impresionar a los que nos veían pedalear, o para ser otros por un momento, aunque fuera detrás de una máscara (una de verdad). Nos paseamos por las avenidas nocturnas, le quise explicar miles de cosas y ella miles no me dijo.

Yo no pedía más que una mirada sincera o su ocasional agarre de mi mano, aun cuando le daba más que mi brazo. Ahora la memoria me falla si la recuerdo, a ella que le fui más fiel que a mí mismo, y ni así bastó para negociar su confianza.

Con una ganga conseguí fue esperanza, esa maldita fantasía que te endeuda con el futuro, justamente por no serme fiel a mí mismo. Terminó lo que para mí nunca había terminado, tenía todo para perder, pero sé que al menos traté, con todo y un poco más.

Tuve esa mejor pelea que hay en la vida, la de luchar por algo que quieres, estuve solo con los dioses y las posibilidades. Ya decía Bukowski: “si vas a tratar, ve hasta el final. De otra forma, ni empieces". Interesante y cierto, hay que terminar para poder empezar.